Beneficios de activar los frutos secos y semillas

Hay opiniones de todo tipo acerca de cuál es la mejor manera de consumir los frutos secos y semillas, tostadas o crudas?

Cada vez hay más información que sugiere que la mejor manera de consumirlos es mediante la activación.

Qué es la activación?

La activación consiste en “despertar” la semilla de su estado de latencia. Sólo requiere unas horas de remojo en agua con sal, drenándolos y rehidratándolos a baja temperatura en el horno o deshidratador. Los frutos secos y semillas contienen ácido fítico el cual previene de una germinación prematura y acumula muchos nutrientes importantes.

Según las investigaciones, cuando consumimos ácido fítico reduce capacidad de nuestro cuerpo de absorber estos nutrientes. Contienen también inhibidores enzimáticos que obligan al cuerpo a trabajar horas extra para producir las enzimas necesarias para la digestión.

Por qué deberíamos activarlos?

En este período, la semilla absorbe agua y pone en marcha procesos (cascadas enzimáticas) que inactivan antinutrientes (como el ácido fítico y los taninos), las cuales hacen que tengamos dificultad en absorber sus nutrientes e incluso provocarnos digestiones pesadas.

Estos antinutrientes pasan al agua de remojo y la semilla aumenta su  contenido en vitaminas, minerales y enzimas.

Poniendo en remojo los frutos secos y semillas empieza el proceso de germinación.

Qué necesitamos para activar las semillas

Un frasco de vidrio limpio, donde pondremos las semillas a remojo. El plástico no es aconsejado por higiene ya que es de estructura porosa y pueden pasar compuestos al agua.

Elaboración

  1. Llena el frasco hasta la mitad con las semillas añade agua de buena calidad (agua filtrada o embotellada) y añade un poco de vinagre de manzana.
  2. Al concluir el proceso, eliminar el agua de remojo (excelente para regar las plantas) y enjuagar las semillas con agua limpia.
  3. Déjalas en remojo unas 8 horas.
  4. Una vez concluido el tiempo, eliminar el agua de remojo y enjuagar bien las semillas bajo el grifo.

Cómo usarlas

Las semillas se pueden consumir en el momento, conservarlas un par de días en la nevera o deshidratarlas para que vuelvan a estar crujientes y se preserven por más tiempo.

Se pueden utilizar para hacer recetas sustituyendo los lácteos por las semillas incluso salsas y bebidas vegetales.

Por qué activar semillas

  • Para eliminar tóxicos naturales (ácido fítico y taninos)
  • Para neutralizar los inhibidores enzimáticos
  • Para activar los procesos enzimáticos
  • Para incrementar las cantidades de vitaminas (especialmente las del grupo B)
  • Para hacerlas más digeribles
  • Para favorecer la absorción de sus proteínas
  • Para disfrutar de un sabor más suave

 

 

 

Tiempo de remojo y qué semillas se activan

Los tiempos de remojo varían entre 8 y 12 horas. Para haceros una idea aquí tenéis los distintos tiempos de remojo:

  • Nueces, nueces pecanas, cacahuetes, piñones y avellanas: agua salada (1-2 cucharadas soperas) toda la noche (o aproximadamente 8h)
  • Almendras: agua salada, 8-12h.
  • Anacardos: agua salada, 3-6 horas.
  • Trigo sarraceno: (tiempo remojo: 4h)
  • Semillas de sésamo (tiempo remojo: 4h)
  • Semillas de calabaza (tiempo remojo: 8h)
  • Semillas de girasol (tiempo remojo: 12h)

Lo ideal es dejarlos en remojo toda la noche (unas 8h) con una pequeña cantidad de sal o vinagre de manzana para neutralizar el ácido fítico.

Los copos de avena (cuando los conseguimos crudos, cosa que es muy difícil, ya que si no lo especifica en el paquete, éstos normalmente se han hecho al vapor para poder descacarillarlos) también tienen ácido fítico, así que es una buena opción remojarlos unas 8h con un chorrito de vinagre de manzana. De esta manera les quitamos tóxicos y los hacemos más digeribles.

En cuanto a las semillas de lino y chía, para evitar la pérdida de sus saludables mucílagos lo ideal sería moler las semillas, remojarlas unas horas y luego consumir estas semillas (molidas y activadas), sin descartar el líquido utilizado.

También se usa el proceso de activación en frutas, hortalizas y algas marinas deshidratadas. Se recomienda sumergirlas, previo enjuague, durante media o una hora en agua tibia. Aquí no encontramos antinutrientes en el proceso por lo que esta agua puede consumirse o utilizarse en otras preparaciones.

 

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